Lugar Escuela pública de Orduña
Dirigido a comunidad educativa
Conductores arquitectos de El globus vermell
La comunidad educativa de la escuela pública de Orduña, compuesta por la dirección del centro, el profesorado, el AMPA, los alumnos y las alumnas, están desarrollando un proceso de innovación en diversos aspectos didácticos dentro del centro. Este proceso incluye reflexiones sobre el espacio exterior de la escuela y sus usos.
El nuevo Proyecto didáctico (2019/2020) define como uno de los objetivos a conseguir “Educar a los estudiantes cada vez más cerca de la naturaleza”. De aquí nace la iniciativa de educar al aire libre a través de las salidas hacia los parajes naturales cercanos con finalidad didáctica que se han realizado en este último curso escolar.
Hace unos años se realizó un proceso de adecuación del patio promovido por el AMPA, se llevaron a cabo algunas intervenciones, sin llegar a dar respuesta a todas las necesidades planteadas. Después de aquella primera intervención se analizó el patio actual y se estudiaron posibilidades de transformación de manera integral.
Después de una reflexión con toda la comunidad educativa y reuniones conjuntas con el equipo del centro y los representantes del Ayuntamiento, el colectivo de arquitectos El globus vermell, a través del programa Patios x Clima apoyado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, recoge el testigo del trabajo realizado y redacta el presente proyecto de renaturalización y adecuación del espacio exterior de la escuela.
La renaturalización del espacio pasa por la revisión de los usos y la diversificación de un espacio muy plano, de hormigón, homogéneo y pobre en propuestas o diversidad. Los primeros beneficiados de la adecuación del espacio a nivel pedagógico serán los usuarios del centro educativo como tal. La propuesta pasa por la creación de diferentes zonas de aprendizaje, de juego, de contacto con elementos naturales, transformando el espacio exterior en un espacio de aprendizaje con aulas al aire libre protegidas de la lluvia y el viento, con mesas o asientos para el trabajo en grupo, un ágora para asambleas y representaciones, topografías para proporcionar diversificación de espacios y favorecer el desarrollo psicomotriz, una barrera de viento verde y el bosque comestible donde experimentar y acercarse a los procesos biológicos de la naturaleza.
Por otro lado, el diseño se basa en que cualquier ciudadano fuera del horario lectivo pueda disfrutar de un espacio al aire libre, verde, fresco, natural, biodiverso y vivo, pero protegido, convertido, gracias a la introducción de la naturaleza, en un sistema regenerativo y refugio urbano para los seres del sistema, cada vez más necesario ante las características climatológicas y ambientales que el cambio climático está agravando en nuestras ciudades.
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