La transformación de los espacios exteriores de la escuela no sólo son físicos, el cambio es fruto de una reflexión pedagógica en torno a la escuela y, por tanto va ligado a una voluntad y adecuación de los métodos pedagógicos que lleven a apoyarse en el espacio exterior como espacio de experiencias y aprendizaje. La crisis sanitaria vivida, afianza la necesidad de la adecuación de los espacios exteriores de la escuela. Pequeñas actuaciones de renaturalización y adecuación permiten poner al alcance de la comunidad espacios de aprendizaje apoyados en la Naturaleza, en la Naturaleza y desde la Naturaleza.
En general, la propuesta pretende transformar el patio de la escuela en un jardín, en un parque. En un espacio rico de texturas, sombras, y lugares de estar, hablar, jugar, soñar… respetando zonas existentes en funcionamiento, ya transformadas o consolidadas.
Se pretende diversificar las zonas existentes para ofrecer espacios que inviten a un uso amplio y rico del espacio exterior. El patio como espacio de descanso, juego y aprendizaje debe poder ofrecer zonas donde se puedan desarrollar actividades de: baja intensidad, con espacios de calma, tranquilidad e interacción social (cobijarse, descansar, contemplar, almuerzo, leer, contar cuentos, esconderse, hablar, escribir, cantar…); media intensidad, con umbráculos, vegetación, pavimentos, estructuras de juego (Subir, bajar, saltar, equilibrios, bailar, construir…); y de alta intensidad (deporte reglado, deportes de pelota, juego activo…).
La voluntad de la escuela es la de desarrollar un proyecto unitario alrededor de todo el espacio exterior para garantizar el equilibrio, continuidad y conexión entre las partes, así como la renaturalización del espacio con la introducción de verde o pavimentos naturales.
De esta forma, se proponen 3 fases de transformación, que se diferencian por el uso y por la materialidad: la creación de una franja de vegetación diversa a lo largo del perímetro del patio; el jardín con el ágora y un juego de agua, rodeado de caminos sensoriales y espacios para sentarse situado donde ahora se encuentra la pista de sablón; y el bosque de jardineras en el espacio actual de las pistas de baloncesto, por el que se diseña también el mueble-jardinera que permite construir espacios de relación y de juego simbólico bajo la vegetación, y que acompaña, a lo largo de su extensión, las diferentes actividades que se llevan a cabo en el patio, como la biblioteca móvil, espacios para sentarse junto a la pista de deportes y un nuevo escenario, y las clases al aire libre.
El objetivo del proyecto es crear un espacio naturalizado y en equilibrio pensado para la comunidad educativa y el barrio en el que se encuentra. La propuesta de trabajo por parte de El globo rojo, contempla el acompañamiento en el diseño global de la adecuación del patio, la supervisión de las diferentes fases de proyecto, y el asesoramiento legal al respecto.
Lugar Escuela La Font, Manresa
Dirigido a comunidad educativa
Conductores arquitectos de El globus vermell